Como consecuencia de la edad y las malas posturas, la movilidad de las articulaciones se ve afectada y el bienestar óseo disminuye. El dolor, la rigidez y la inflamación de las articulaciones son los principales síntomas de los problemas articulares y óseos.
¿La solución para aliviarlos? Una buena práctica deportiva y una dieta rica en nutrientes esenciales para el fortalecimiento del esqueleto y el buen funcionamiento de las articulaciones, pero, sobre todo, la suplementación con suplementos alimenticios capaces de preservar y aliviar los huesos y las articulaciones, como, entre muchos otros, la vitamina D, el calcio, el extracto de ortiga, la condroitina, ingredientes naturales o ecológicos, etc.
Los dolores articulares u óseos son generalmente un signo de una patología más o menos grave: artritis reumatoide, reumatismo articular, artrosis de rodilla, artritis, tendinitis, etc. Estas patologías se tratan por el reumatólogo que, tras establecer el origen óseo o articular del dolor e identificar su etiología, prescribe la medicación adecuada para curarlo: analgésicos, antiinflamatorios, inyección de ácido hialurónico, etc.
¿Cuál es el papel de los suplementos alimenticios? Se utilizan para complementar o acompañar el tratamiento médico. Contienen sustancias o productos (a veces presentes en la dieta, pero en cantidades insuficientes) que son útiles para aliviar el dolor, reducir la inflamación en cierta medida y preservar el esqueleto (huesos, tendones, cartílagos, ligamentos, etc.).
Estos productos incluyen, entre otros:
Estas diferentes moléculas son antioxidantes, antiinflamatorias, fortificantes y calmantes... Todo ello proporciona confort metabólico, previene el envejecimiento, protege los cartílagos e incluso refuerza la inmunidad gracias a las vitaminas.
Presentados en forma de cápsulas, comprimidos y, más raramente, ampollas, los suplementos alimenticios para las articulaciones y los huesos se componen de ingredientes activos naturales conocidos por su eficacia para la salud articular y ósea.
Los productos incluyen vitamina D3, glucosamina, cobre, vitamina C, condroitina, manganeso, curcumina (o cúrcuma), ortiga, hierbas, Harpagophytum, silicio, aceite de hígado de bacalao, etc. En Oxyform, encontrará suplementos alimenticios veganos, fabricados en Europa y presentados en cápsulas vegetarianas.
Vitamina D3
La vitamina D3 se obtiene a través de la dieta y normalmente se sintetiza por el organismo a través de la acción de la luz solar. Sin embargo, debido a una ingesta alimentaria insuficiente y al clima, las carencias son comunes en los países fríos, especialmente en invierno.
Por tanto, la suplementación es una buena alternativa, aunque dentro de los límites de la dosis habitual. La posología para la toma de un suplemento varía según la edad y la estación del año, pero no debe superar las 2000 UI diarias.
Esta vitamina se conoce por favorecer la absorción del calcio en los huesos. Interviene en el mantenimiento de los huesos, garantiza una dentición normal y una buena función muscular, así como el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Los estudios han demostrado su efecto en la ralentización de la progresión de la osteoporosis y su acción preventiva en enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide.
Glucosamina
La glucosamina se deriva de la síntesis de la glutamina, un aminoácido, por la glucosa. Favorece la regeneración del cartílago y evita su degradación. Se utiliza para tratar las lesiones de rodilla, especialmente las de cartílago en los deportistas. También ayuda a reducir los síntomas de la artrosis leve o moderada.
Según los científicos, el sulfato de glucosamina puede frenar el desarrollo de la artrosis. Tiene una acción similar a la de los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), pero sin los efectos aceleradores de la enfermedad de estos últimos. También es eficaz en el caso del dolor de la artritis reumatoide.
Sulfato de condroitina
El sulfato de condroitina o condroitina se considera uno de los mejores suplementos alimenticios para las articulaciones y los huesos. Esta molécula se sintetiza por el organismo y es una de las sustancias que componen el cartílago. Asegura la retención de agua en el tejido cartilaginoso, lo cual mantiene las articulaciones fuertes, flexibles y elásticas.
Así, inhibe la elastasa y la hialuronidasa, las enzimas responsables de la degradación del cartílago. Además, aumenta la viscosidad y la concentración de ácido hialurónico, que actúa como antiinflamatorio. La condroitina tiene el mismo efecto que la glucosamina en la artrosis de rodilla. A menudo, se combinan para obtener los mejores resultados.
Curcumina
La curcumina es uno de los principales activos de la cúrcuma y es un potente antioxidante natural (como el Harpagophytum), que ayuda a proteger las articulaciones y a combatir la inflamación. Promueve el bienestar general a través de sus efectos sobre los radicales libres.
Tomar cúrcuma como suplemento dietético, ya sea natural u ecológico, proporciona altas concentraciones de curcumina al organismo. Las articulaciones recuperan su flexibilidad y movilidad.
Cobre
El cobre es un oligoelemento con múltiples virtudes. Participa en la mayoría de las reacciones enzimáticas y químicas. En el sistema cerebral, asegura la comunicación entre las neuronas, de ahí sus virtudes sobre la memoria y el estado de ánimo. También interviene en la formación e integridad del colágeno y la elastina. Proteínas presentes en la piel, los huesos, el tejido conjuntivo y las articulaciones, que garantizan su flexibilidad y buen funcionamiento.
La vitamina C, la acerola, el zinc, el magnesio, el calcio, el manganeso, el aceite de hígado de bacalao, el selenio, los minerales y el silicio son otros suplementos alimenticios (naturales o ecológicos), que desempeñan un papel importante en la conservación de las articulaciones y el bienestar óseo.
El esqueleto humano está formado por más de doscientos huesos unidos entre sí por articulaciones que contienen cartílago. Los músculos, tendones y ligamentos cubren la articulación y la protegen. La estabilidad del organismo, así como los movimientos, son posibles gracias a una buena conexión entre todos estos elementos.
No obstante, debido a factores como la edad, las enfermedades y los traumatismos, el desgaste del cartílago es inevitable con el tiempo. Es el elemento más importante que hay que conservar para mantener una buena salud articular. Esto se consigue tomando suplementos alimenticios naturales o ecológicos, combinados con un estilo de vida saludable: actividad física y una dieta sana.
Un estilo de vida saludable puede ralentizar este desgaste manteniendo unas articulaciones y unos huesos sanos. Una buena actividad física ayuda a mantener un peso ideal y, por tanto, a reducir la tensión del sistema musculoesquelético. Sin embargo, debe practicarse de forma que se proteja el esqueleto de lesiones, esguinces y dislocaciones.
Se recomienda que los atletas utilicen la suplementación junto con el deporte no solo para reparar y reconstruir los músculos, sino también para mantener la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones. Las mujeres embarazadas, las madres lactantes y los niños no se ven afectados por estas curas.
Cada suplemento dietético puede presentarse en forma de cápsulas o comprimidos y sus precios pueden variar. Como no son medicamentos, se pueden adquirir libremente en farmacia; no obstante, es recomendable consultar a un profesional sanitario. Los precios varían según la composición de cada producto.
