• Cansancio crónico por carencia de micronutrientes.
• Enfermedades autoinmunitarias por la falta de reconocimiento o confusión de la IgG con las auto-Ac, lo que lleva a la larga a una destrucción más o menos importante de nuestros propios tejidos.
• Una sobrecarga hepática, dado que el hígado es el primer filtro después del intestino delgado, se sobrecarga rápidamente, de forma que se supera su capacidad de eliminación y se observa entonces una «obstrucción» de los tejidos.
• Síndrome depresivo debido a una secreción insuficiente de serotonina, el 90 % de la cual se sintetiza en la pared del intestino delgado cuando está en estado fisiológico.
• La disbiosis intestinal, que puede ser una causa, pero es principalmente una consecuencia importante de la hiperpermeabilidad intestinal.
Esta disbiosis es la responsable del aumento de las patologías inflamatorias digestivas, así como de infecciones bacterianas y fúngicas frecuentes.
Se cree que el paso de las proteínas a través de un intestino hiperpermeable es una de las causas del autismo. Los niveles séricos elevados de zonulina indican hiperpermeabilidad intestinal en pacientes autistas