La fase mixta ofrece la posibilidad de comer, durante una de las dos comidas principales, alimentos proteicos "normales" de origen animal (carne, pescado) y vegetales más variados.
Su uso puede ser beneficioso después de un período de dieta estricta, o como un primer acercamiento para personas que buscan un programa más diversificado y fácil de usar.
En esta estrategia dietética, los contenidos de azúcares y grasas son un poco más elevados pero presentan los mismos elementos básicos y las ventajas de la dieta estricta; la pérdida de peso es más lenta y el efecto de control del hambre a veces es menos drástico. En esta versión es necesario seguir correctamente el protocolo porque si no respetas las dosis recomendadas es más fácil salir de la cetosis.
Los alimentos proteicos se elegirán entre:
Carne:
Ternera, bresaola, magro de cerdo, pollo blanco y pavo, jamón desgrasado crudo o cocido.
Pescado:
bacalao, besugo, anchoas, lubina, calamar, murciélago frugívoro, pez espada, perca, sepia, lenguado, lubina, atún, trucha, etc.
Como guarnición de cada comida, se pueden añadir las verduras previstas para la dieta clásica al gusto.
También puedes añadir algunas verduras con un poco más de azúcar, hasta un máximo de 180 gramos, como espárragos, berenjenas, alcachofas, coles de Bruselas, tomates, pimientos amarillos y rojos, nabos, diente de león, calabaza amarilla.